sábado, 12 de julio de 2008

El Mito de la Caverna Islandesa

La mágica luz irradiada sobre los espectaculares glaciares islandeses nos muestra, una vez más, que lo inteligible siempre se erige sobre lo sensible.

Mi particular readaptación del platónico Mito de la Caverna encarnado en este paisaje onírico nos muestra un sol que, con rayos de sierra mecánica, rasga las nubes, el aire y el mismísimo cielo para derramarse sobre la tierra y todo lo que en ella habita.

Incluídos nosotros.

La verdad no es más que una, y se cierne sobre nosotros. Y a menudo nos deslumbra.

Desdichado aquél que caiga en las redes de sus propias mentiras, negación absoluta de la inteligencia.

10 comentarios:

XuanRata dijo...

Ese instante en que la luz toma cuerpo, y alargamos la mano para que el haz también nos atraviese, ese instante en el que amanecen las rocas primigenias, es el instante de la creación que nos recrea.

Una gozada.

Luis Calle dijo...

¿quién será ese desgraciado y falaz mentiroso que aflora por el subsconciente de tu mente al hablar de la luz?

Con Un Par de Sensores dijo...

XUAN: veo que a ti también te apasiona la luz y cómo es capaz de impreganarlo todo; de cambiarlo todo. ¿Por qué será que los que amamos la fotografía somos en cierto modo esclavos de la luz? Gracias por tu visita ;-)

LUIS: ja ja ja! Hablo yo, pero no hago más que parafrasear a Platón. Que quién hay detrás de mis palabras? pregunta sin respuesta: podría ser cualquiera, o no ser nadie. Besos!

DIVISIÓN ROBER dijo...

Me gusta ese paisaje con esas piedras puestas y caídas al azar y expuestas a los elementos.

Son esos momentos en los que despunta el sol, y durante unos segundos cambia la luz continuamente y nunca es igual.

Adoro este tipo de fotografía evocadora.

Con Un Par de Sensores dijo...

DIVISIÓN ROBER: Gracias por tu comentario y bienvenido! ¿Sabes cuál es la magia de Islandia bajo el sol de medianoche? Que ese instante del que hablas puede prolongarse por segundos e incluso minutos, mientras el aire se ralentiza y el espacio se congela. Si te detienes, puedes percibir el esfuerzo de este viejo globo azul por abordar un nuevo giro en el abismo del espacio. Saludos!

Anónimo dijo...

me encanta esa foto, el atardecer eterno, un saludo.

Con Un Par de Sensores dijo...

PEPE: muchas gracias por tu visita y comentario. A decir verdad, no recuerdo si era atardecer, amanecer o "noche cerrada" cuando disparé esta foto. Islandia es mágica hasta el punto del hechizo. Los atardeceres se funden con nuevos amaneceres y las noches de mentira no separan unos rayos de los otros. La luz es casi perenne con la particularidad de que a veces se refugia tras algún que otro nubarrón. Un saludo!

Leicca dijo...

Me tocas la fibra sensible con Platón. Pero ojo, que cada vez que se nombra la filosofía te salta alguno, como si estuvieras hablando del demoñññño.

Una vez me dijeron "estos cabrones hijos de puta de los filósofos..." y sólo me estaba tomando una cerveza con un amigo, hablando de un librito que nada tenía que ver... El que lo decía se levantaba de la mesa de al lado. No sé por qué escuchaba sin ser invitado, si encima se iba a poner de tan mala leche. Y tampoco sé por qué pensó que hablábamos de filosofía.

Será porque no hablábamos de tonterías fáciles y repetidas. Simplemente por eso. Supongo. O porque comentábamos "un libro" simplemente. Cosa cada vez menos frecuente, supongo. Triste.

Pero joer... de vez en cuando, viene bien hablar de algo con sentido y dejarse de tópicos. Creo.

:)

Saludos.

Con Un Par de Sensores dijo...

LEICCA: Me alegro de tocarte la fibra y más si es con Platón. Pero me alegraría más de tomarme una cervecita y charlar contigo hasta que alguien en la mesa de al lado tuviera que morderse la lengua :-) Gracias por tu visita y comentario. Me alegro de contarte entre estas deshilachadas líneas y píxeles salpicados de que se compone mi rincón ;-)

Unknown dijo...

Hermoso paisaje.

Un saludo