La arquitectura de esta ciudad es sobrecogedora.. e invita a sesiones de fotografía interminables, con recompensas como la que os dejo sobre estas lineas.
Me acordé de muchos buenos amigos cuando, armada cámara en mano, me dispuse a robarle el alma a la archifotografiada Sydney Opera House.
Y se la robé!
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4 comentarios:
Parecen las escamas fosilizadas de un dinosaurio gigante atrapado en los confines del mundo.
Esta es un clásico que no podía faltar en tu blog.
Muy buena...je je, espero que yo fuera uno de esos buenos amigos.
A que si....?
Cree el ladón que todos son de su condición, pero no, no tengas remordimientos , que no le robaste el alma, sólo la interpretaste
¡Envidia! Es lo que siento, muy buena.
Saludos.
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